En un tazón, mezcle la harina, el bicarbonato de sodio, la crema de tártaro y una pizca de sal. Apartar.
En un bol, bate la mantequilla a alta velocidad hasta que la mezcla esté ligera y esponjosa. Añadir el aceite y los dos azúcares y batir para mezclar bien. Raspe los lados del tazón y agregue los huevos, el extracto de vainilla y el extracto de mantequilla. Vuelva a batir hasta que esté bien mezclado.
Agregue la mitad de la mezcla de harina al tazón de una batidora eléctrica y bata a velocidad baja hasta que esté bien mezclado. Agregue la otra mitad de la mezcla de harina más las chispas de colores y, a velocidad baja, mezcle nuevamente hasta que la mezcla esté suave. Evite mezclar demasiado.
Cubra y enfríe la masa para galletas durante al menos una hora o toda la noche.
Cuando esté listo para cocinar, precaliente el horno a 375 grados F. Coloque la rejilla en el tercio superior del horno.
Coloque una bandeja para hornear encima de la otra y forre la parte superior con una hoja de papel pergamino. Use una cuchara para galletas (alrededor de 1,5 cucharadas) y coloque seis bolas de masa para galletas en la bandeja para hornear.
Hornee durante 10-12 minutos, volteando a la mitad del tiempo de cocción, hasta que los bordes de las galletas estén ligeramente dorados. Retire del horno y deje enfriar en una bandeja para hornear durante 2 a 3 minutos, luego retire las galletas a una rejilla para que se enfríen por completo.
Repita este proceso hasta que haya horneado las 30 galletas (cinco bandejas).
