Oye, ¿viste la publicación de ayer? Si es así, entonces debe haber notado ese maravilloso pan Focaccia que sumergimos en nuestro delicioso aceite de hierbas. ¡La buena noticia es que la Focaccia casera es fácil de hacer y muy buena!
La focaccia es un pan italiano horneado, similar a la masa de pizza en apariencia, pero se cocina más espesa y más alta. La focaccia a veces se cocina con muchos ingredientes como una pizza, pero simplemente agregamos la nuestra con un poco de este aceite infundido con hierbas antes de cocinar, luego una pizca de queso Romano y Asiago encima antes de que salga del horno.
Nuestra receta da como resultado una Focaccia con un equilibrio perfecto: una corteza exterior masticable y una capa interior suave pero densa, perfecta para absorber aceite, salsas o caldos.
Como cualquier pan casero, hay un tiempo de espera al hacer focaccia ya que hay que experimentar con la levadura, la masa sube y el gluten se desarrolla mientras reposa. Pero en realidad, con un poco de tiempo y paciencia, la focaccia casera no es nada difícil, ¡y el aroma mientras se cocina está fuera de este mundo!
Como muchas de nuestras otras recetas de pan, esta receta de focaccia está adaptada por el aprendiz de panadero: un excelente libro de cocina para comprar para su colección si le gusta el pan fresco. En nuestra receta redujimos la cantidad de aceite de hierbas, guardando el resto en remojo.
¡Gustar!
Prensa
Ingredientes
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5 tazas de harina de pan
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2 cucharaditas de sal
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2 cucharaditas de levadura instantánea
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2 tazas de agua a temperatura ambiente
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6 cucharadas de aceite de oliva
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¼ de taza de aceite de hierbas, y más para mojar, vea la receta aquí
- Aceite de oliva para pincelar la sartén
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1/4 taza de queso Romano rallado o queso Asiago (o ambos combinados)
Instrucciones
- En el bol de un procesador de alimentos con raqueta, tamizar la harina con la sal y la levadura.
- Encienda bajo y agregue lentamente agua y aceite para formar una masa pegajosa.
- Cambie a una batidora eléctrica y aumente la velocidad a media y amase la masa durante seis minutos. La masa debe salir por los lados, pero pegarse al fondo con la batidora encendida. Si se despega del fondo, agregue una pequeña cantidad de agua, si se pega a los lados, agregue una pequeña cantidad de harina.
- Espolvorear generosamente y usando un raspador de tazón húmedo, raspe la masa muy suavemente sobre la harina. Cubre tus manos con harina y forma un triángulo de aproximadamente 8X4. Déjalo reposar intacto durante cinco minutos.
- Rocíe la parte superior con spray para sartenes y harina en polvo, luego cubra con una envoltura de plástico y deje reposar durante 30 minutos.
- Después de 30 minutos, extienda la masa con las manos, tirando de ella hacia la izquierda y hacia la derecha para que tenga el triple de largo, luego dóblela por el centro para que tenga aproximadamente el mismo tamaño antes de extenderla. Rocíe nuevamente con un spray y espolvoree con harina y cubra con plástico.
- Después de 30 minutos repita el procedimiento. Cada vez, mantenga una forma rectangular.
- Después de otros 30 minutos, repite el proceso solo esta vez y déjalo reposar durante una hora.
- Mientras que los restos de masa producen el aceite de hierbas.
- Cubra una bandeja para hornear de 12 × 17 pulgadas con papel pergamino, luego cepille con suficiente aceite para cubrir el papel.
- Levante suavemente la masa en el molde con un raspador y comience a empujarla hacia los bordes con la punta de los dedos. Cuando haya terminado, la masa debe tener todas las marcas de los dedos (llamados hoyuelos) y no debe ser perfectamente uniforme y plana. Además, no te preocupes si no encaja exactamente en las esquinas. Un aspecto rústico es lo que buscamos aquí.
- Vierta ¼ de taza de aceite de infusión de hierbas encima y extiéndalo alrededor de los bordes (pero no sobre el borde), dejando el charco de aceite en las marcas de sus dedos. Cubra bien con una envoltura de plástico y refrigere durante la noche y hasta tres días.
- Al día siguiente, tres horas antes de cocinar, saca la masa de sílex de la nevera y déjala reposar a temperatura ambiente durante tres horas. Retire y deseche la envoltura de plástico después de tres horas.
- Precaliente el horno a 500°F con la rejilla en el centro del horno.
- Coloque la focaccia en el horno y reduzca la temperatura a 450 grados F.
- Cocine durante diez minutos, gire la sartén y cocine otros cinco minutos. Retirar del horno y espolvorear con queso rallado y volver a meter al horno otros cinco minutos.
- Retire del horno y deslice el pan de la sartén caliente sobre una rejilla para enfriar.
- Nota: Hemos comprobado que apenas sale del horno, si colocas otra fuente encima y la pesas con algo pesado, la focaccia será más densa después de enfriarse y tendrá un grosor uniforme. Después de 10-15 minutos, retire la bandeja y el peso y coloque el pan en una rejilla para enfriar.
- Si lo enfría sin peso, quedará alto en el centro y poco profundo en los bordes. Hicimos dos y probamos de las dos formas y como cual nos pesaba mejor. Simplemente tenía una mejor sensación en la boca, pero totalmente de ti.
- Una vez que esté lo suficientemente frío como para manipularlo, cortamos tantas piezas como quieras (hicimos 3×5 para 15 rebanadas).
- Servir con aceite de hierbas.
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