Éste pastel de fresa utiliza fresas frescas y gelatina con sabor (gelatina) para un pastel de fresas súper sabroso que alimentará a una multitud. ¡Es realmente fácil e increíblemente húmedo también!
Mientras crecía, mis hermanos y yo lo llamábamos “Pastel de San Valentín” porque mi mamá siempre hacía este pastel con forma de corazón de fresa para el Día de San Valentín. Era algo que esperábamos todos los años cuando éramos niños, y no puedo evitar hacerlo por mis hijos ahora que soy un adulto. ¡Es nuestra receta favorita de tarta de fresas!
Adapté un poco la receta porque el glaseado de la receta original estaba SÚPER líquido. Es un poco complicado hacer crema de mantequilla de fresa fresca que sea lo suficientemente difícil como para no salirse del pastel, pero encontré una gran solución: ¡mermelada de fresa natural!
Le da al glaseado ese sabor a fresa, pero debido a que está gelatinizado con pectina, ayuda a evitar que el glaseado se deslice del pastel. Es el mismo concepto que hacer una crema batida estabilizada con gelatina sin sabor. También guardé un poco de mermelada de fresa para el pastel para usarla también en el glaseado.
La parte original del pastel de la receta usaba fresas congeladas en almíbar y sentí que no era necesario. Por mucho que me encantara el azúcar cuando era niño (y todavía me gusta), usar fresas frescas es una gran solución y el pastel sigue siendo muy dulce.
Esta es una de esas recetas que muchas personas tienen y aman. Hay recetas similares en Internet, pero esta es mi variación y ¡espero que la pruebes! Incluso podría convertirse en una tradición anual para su familia cada Día de San Valentín.
Ingredientes
Para el pastel:
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1 litro de fresas frescas (1 taza trituradas/machacadas – instrucciones a continuación)
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1 caja de mezcla para pastel blanca (también puedes usar mezcla para pastel de vainilla o amarilla)
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1 lata (3 onzas) de mermelada de fresa (seca) -> reserve 1 cucharadita para cubrir, opcional
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4 huevos grandes
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1 taza de aceite vegetal/de canola
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1/4 taza de agua
Para la cobertura (para aproximadamente 1 2/3 tazas):
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1/2 taza (1 barra) de mantequilla, a temperatura ambiente
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1/2 taza de mermelada de fresa natural
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2 tazas de azúcar en polvo
Instrucciones
- Precaliente el horno a 350 grados Fahrenheit. Rocíe una sartén de 9 × 13 pulgadas con aceite en aerosol antiadherente.
- Lava las fresas y sécalas con papel absorbente. Retire los tallos. Coloque las fresas en una licuadora o procesador de alimentos. Mezcle hasta que quede suave o desmenuzable (la consistencia deseada). Reserva 1 taza. Lo dejó a un lado.
- En un tazón grande, mezcle la mezcla para pastel con el polvo de mermelada de fresa (si lo desea, reserve 1 cucharadita de polvo de mermelada de fresa para el glaseado).
- Agregue los huevos, el aceite, el agua y 1 taza de puré de fresas. Mezclar bien.
- Verter la mezcla en el molde preparado. Hornee a 350 grados Fahrenheit durante 30-33 minutos o hasta que el palillo esté limpio cuando se coloque en el centro del pastel. Deja que el pastel se enfríe por completo.
- PREPARA EL HELADO: En un tazón grande con una batidora eléctrica, bate la mantequilla hasta que la mezcla esté suave y cremosa. Agregue la mermelada de fresa y 1 taza de azúcar en polvo. Mezclar bien. Agregue otra taza de azúcar glas y la cucharadita reservada de mermelada de fresa (opcional). Mezclar bien. Extender sobre el pastel enfriado. Sirva con otras fresas frescas en rodajas, si lo desea.
Los grados
CONSEJO: agregue 1 cucharadita de leche al glaseado si es necesario para obtener una consistencia más untable.
– ALTA COTIZACIÓN Añadir 3 cucharadas de harina de trigo a la masa del bizcocho.
– Puedes usar fresas CONGELADAS para este pastel si las dejas descongelar y luego escurres la mayor cantidad de jugo posible.
* Receta modificada por The Country Cook y Carmela Pop
Información nutricional:
Rendimiento: 12
Cantidad por porción:
Grasa insaturada: 0 g