Uno de los platos favoritos de mi madre en el restaurante local, Lightfoot, es el strudel de hongos silvestres. El strudel se compone de una sabrosa amalgama de setas del bosque, queso de cabra, capas crujientes de pasta filo y nueces tostadas. Siendo severamente alérgico a las nueces, nunca pude probar el strudel en sí, pero se veía increíble. Mi mamá y yo comenzamos a hacer nuestra interpretación en casa. Doblamos tiras de hojaldre con parmesano, una duxelle terrosa de hongos silvestres y gotitas de queso de cabra, formando unos adorables paquetes triangulares. Después de un chorrito de aceite de oliva, una lluvia de queso parmesano y un reposo en el horno, nos quedó una hermosa sartén de manjar dorado y crocante. Junto con una simple ensalada de rúcula y vegetales de campo, es la cena ligera perfecta para la primavera. Verdaderamente, esta es una opción vegetariana espectacular para cualquier época del año. Son excelentes aperitivos para fiestas y se congelan maravillosamente. – Dulce B
